A pocos días de haberse marcado un alto al fuego e implementado un corredor humanitario que busca evacuar a la población no combatiente de la ciudad Ucraniana de Mariúpol, los gobiernos de ambas naciones en guerra se acusan de perpetrar ataques contra la población civil que busca abandonar la ciudad.

Desde el ministerio de defensa ruso se asegura que el gobierno de Kiev ha perdido totalmente el control de la situación en la zona, ya que son los propios nacionalistas ucranianos quienes abren fuego contra la población civil desde los edificios aledaños al corredor humanitario. Moscú acusa a Kiev de no brindar un entorno seguro para la evacuación, obligando a los civiles no combatientes a permanecer en sus casas. Derivado de esta situación, la población civil ha optado por realizar pintas en sus viviendas con la leyenda: “No disparen, niños adentro”, situación que han aprovechado las fuerzas nacionalistas ucranianas instalando puntos de control fuera de estas viviendas para utilizarlos como escudos humanos, según reporta el ejército ruso.

Por su parte, el gobierno Ucraniano denuncia múltiples ataques del ejército ruso en la evacuación de la población civil por los corredores humanitarios. Dichos ataques, según ha reportado el ejército ucraniano, son llevados a cabo con morteros, granadas y fuego de artillería. Si bien el presidente Volodímir Zelenski, niega categóricamente las acusaciones del ejército ruso respecto de los ataques de sus tropas a civiles ucranianos, reitera que no están de acuerdo en la implementación de corredores humanitarios cuya dirección sea hacia territorio ruso, por lo que, no se están implementando medidas de seguridad en los mismos.
Mientras tanto los observadores internacionales de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) han anunciado el cese de su campaña de observación en Ucrania.